En México, se le llama perito traductor a la persona que está reconocida por las autoridades judiciales como un experto en la traducción de un texto de cierta lengua al español (por ejemplo, inglés a español, francés a español, etc.) y que funge como un auxiliar de justicia ante dicha autoridad, para que esta logre comprender el contenido del documento con contenido distinto al español y se haga de un criterio para el proceso que se requiera (por ejemplo, inscribir un acta ante el Registro Civil, dirimir una controversia que versa sobre el documento que se está traduciendo, entre otros). Desafortunadamente, la labor del perito traductor está poco regulada y hay legislación escasa con respecto a las funciones y atribuciones de los peritos traductores, además de que estos no reciben ninguna capacitación con respecto a la forma en la que pueden y deben ejercer la función ante dichas autoridades, por lo que existe confusión (tanto entre los peritos mismos como entre los clientes usuarios de los servicios de traducción) con respecto a qué sí y qué no puede hacer un perito traductor. Es por ello por lo que, a manera de resumen, a continuación indicamos qué funciones sí puede realizar un perito traductor y cuáles no, con base en nuestra experiencia y estudio.
SÍ PUEDE
Fungir como perito de parte. Es decir, una parte en un litigio (el demandado o el demandante) puede elegir al perito de su elección, negociar los honorarios y condiciones con él y presentarlo como su perito ante el litigio.
Fungir como perito tercero nombrado por un juzgado o tribunal. También los peritos traductores pueden ser nombrados directamente por el juzgado o tribunal donde se dirime una controversia para que auxilien al juez en el proceso, ya sea traduciendo un documento directamente o rindiendo un dictamen sobre la fidelidad de la traducción presentada por otro traductor.
Decidir si usa o no un sello para colocar en sus traducciones y, en su caso, decidir su diseño (siempre y cuando este diseño no vaya contra la ley). A diferencia de la creencia popular y de la costumbre, no es obligatorio que las traducciones certificadas por perito traductor lleven algún tipo de sello.
Decidir el contenido de su leyenda de certificación. El Colegio Mexicano de Licenciados en Traducción e Interpretación recomienda que dicha leyenda se coloque al final de la traducción en formato de declaración jurada, donde el perito mencione que la traducción es fiel bajo su responsabilidad, y ofrece un modelo de leyenda de certificación que se puede consultar aquí, cuyo uso no es obligatorio pero puede ayudar a los peritos traductores en la redacción de su propia leyenda.
NO PUEDE
Ostentarse como funcionario de gobierno o de los tribunales. Los peritos traductores no son funcionarios públicos, es decir, no están autorizados por el gobierno para fungir como sus representantes ante los gobernados, así que no pueden ni deben ostentarse como tales.
Ostentarse como fedatario público. Los peritos traductores no cuentan con fe pública como sí lo hacen los notarios públicos, los corredores públicos, los actuarios y otros funcionarios así autorizados expresamente por el gobierno. Los peritos traductores no tienen esta atribución y, por ello, no deberían ostentarse como tales.
Favorecer a un cliente. La esencia de la función pericial es la de fungir como auxiliar de justicia para los órganos judiciales (ya sea federales o estatales) que lo hayan nombrado, y, por esto mismo, el perito traductor debe su labor a la administración de justicia y no a quien lo haya contratado, por lo que el perito en todo momento debe guardar imparcialidad y no favorecer a ningún cliente, incluso si este fue el que lo contrató y el que pagará sus honorarios.
Manipular la traducción. Siguiendo con lo mencionado en el punto anterior, el perito traductor no deberá enmendar errores del original (por ejemplo, faltas de ortografía), llenar espacios que no estén llenos en el original ni, en general, manipular la traducción para interés de nadie. Deberá mantener la fidelidad de la traducción en todo momento y actuar de forma imparcial.
Usar el escudo nacional en su sello. En caso de que los peritos deseen usar un sello para sus traducciones, este no deberá contener el escudo nacional, pues el uso de este símbolo patrio está regulado por ley y reservado al gobierno y a funcionarios nombrados por estos (como los notarios, por ejemplo), autorización que el perito traductor no tiene.
Replicar el formato original de los documentos que traduce. Todos los elementos no textuales en una traducción como son sellos, firmas, membretes, códigos QR, códigos de barras, identificadores gráficos (como logotipos), elementos de seguridad como hologramas, tramas, entre otros, deben ser descritos y acotados por el perito traductor, pero nunca reproducidos tal cual. Esto podría prestarse a delitos de falsificación y, además, crear la confusión entre el receptor de que el documento es un original expedido por esa institución, empresa o autoridad, cosa que no es así.
Se puede concluir que la labor de perito traductor es muy importante, que requiere de cuidado para asegurar que no se está cayendo en algún delito o mala práctica y para guardar la imparcialidad como auxiliar de la justicia que es la esencia de su función.
¿Quieres saber más sobre las funciones de los peritos traductores? Te recomendamos el curso “Funciones y atribuciones del perito traductor en México” que ofrece el Instituto Superior de Estudios de Traducción e Interpretación. Da clic aquí y menciona que vas de nuestra parte para recibir un beneficio especial (esta no es una colaboración pagada).
Si esta entrada te resultó útil, por favor compártela para que ayude a otras personas también. Si tienes dudas o comentarios, no dudes en escribirnos un correo.
Comments